Análisis RockSmith
Rocksmith salió como la revolución de los juegos juegos musicales cogiendo el testigo de Guitar Hero y Rock Band.
Y vaya si lo ha cogido. Durante esta semana he estado probando el juego por primera vez (Bass Mode) y la verdad es que me ha impresionado.
Hace unas semanas publiqué una entrada sobre el juego en cuestión por si no lo conocéis demasiado. Link entrada Rocksmith
Cada vez que entras en el juego te da opción de escoger instrumento. Como todo juego, tiene un modo “Historia o Arcade” o como lo queráis llamar, pero en RS es trayectoria. En este modo, puedes ir tocando as canciones que te recomienda el juego según tu puntuación o nivel. También hay videos o pruebas para poder mejorar técnicas concretas.
Los minijuegos es una forma de aprender técnicas pero de una forma más divertida o entretenida. De los que he probado, Ducks, se trata de ir tocando el traste indicado para darle a un pato como si fuera el Space Invaders.
Una de las cosas que más me han gustado ha sido la opción de convertir tu Play en un amplificador, incluyendo toda la gama de pedales, sonidos… eso sí, te los has de ganar y no es fácil.
El juego incluirá más o menos unas 60 canciones pero en la propia Store del juego se van actualizando nuevas canciones para descargar. El precio por canción es de 2’99, lo que me parece un poco exagerado. También hay Packs que son un poco más económicos.
Personalmente, me ha encantado. Ya sabemos que no es un juego que requiera gráficos o una historia elaborada, sino el hecho de hacer más fácil el aprendizaje, en este caso, la guitarra o el bajo. Me he divertido y creo que voy a pasar un buen rato por mucho tiempo. Si tienes un bajo o una guitarra en casa y siempre has querido aprender, no lo dudes, juega al Rocksmith. Pero si no tienes instrumento, piénsatelo, ya que no es precisamente barato.
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